Por fin, se realiza la reunión con el seguro donde se aclaran algunos aspectos:

Después de esta odisea, y gracias a una acción de tutela interpuesta a la Administración y remitida a la empresa de seguros, ésta concreta una reunión y aclara las diferencias entre los valores. El valor del finiquito es menor al valor de la liquidación debido a que la póliza incluye un deducible que en este caso debe ser cubierto por la administración.

1) Fue claro que mi reclamación era justa, el seguro, terminó aceptando mis reparos a la liquidación.

2) Algo tan simple, como explicar la existencia de un deducible por lo cual el valor del finiquito no coincidía con la liquidación presentada por ellos, no lo hizo la administración, pese a 5 cartas y un derecho de petición solicitando lo mismo.

3) Al señor del seguro le fue presentado el argumento de que mis reclamos correspondían a problemas personales y no a falta de respuestas de la Administración.